Llegue tarde a clases. Tenía que entrar a las once y media y a las once y media estaba tomando micro.
Lo freak es que cuando decides que esta vez, sí que no vas a clases, resulta que el recorrido que normalmente toma alrededor de cuarenta minutos esta vez lo haces en veinte. ¿Cómo? Son esas cosas de la vida que uno nunca entiende.
Ya me estoy acostumbrando al café rancio que me tomo rápido con los ojos cerrados.
Lo que no te mata te hace más fuerte. Al menos debe lograr el objetivo principal que debe tener todo estudiante: no quedarse dormida.
Los humanistas hablan mucho y dicen poco.
Quiero aprender a ser concreta y concisa y también a leer más. Y más rápido.
No tener que hacer todo un plan antes de agarrar un libro.
Seguir los pasos me esta matando.
Abrir la ventana, estar con polera, sentarse de modo incomodo, tener la luz directo en los ojos. Así nadie tiene tiempo de aburrirse, ni ganas. Y si te duermes ya no sientes la pierna izquierda esa que esta de tal forma para que se duerma en caso de emergencia.
No es que este sufriendo, aunque así lo parece. Uno sufre por otras cosas, por cosas más tontas. Tengo que leer para que mis compañeros no se rían de mí antes de que llegue a clases.
Que digan Esa es la mina, esa la que no ha leído nada.
Los humanistas hablan mucho y dicen poco.
Hay veces que me aburren con sus citas y con los autores de renombre.
Quiero tener amigos ingenieros que me digan que lea porque o sino me echo el ramo y no porque hace bien leer y te construye como mejor individuo (cite aquí usted, a quién se le de la gana)
Me duele la cabeza escuchar tanta filosofía barata y me enreda tanta frase linda en una sola conversación.
Quiero ir y subir al metro cuando este vacío, pescar un asiento y elegir la canción que convenga al momento.
Llegar tarde a clases y reírme de tanto intelectual suelto y tanto flojo feliz.

*Canción del día: tomas newman - american beauty.

En la clase de filosofía antigua de hoy pasó lo que yo siempre temía. Que nos preguntaran porqué mierda habíamos elegido esta carrera y no otra.
La profesora con micrófono en mano apuntando con el dedo a los chicos con pinta de tímidos y yo mientras tanto pensaba. “apuesto a que me toca a mi porque claro, si se trata de cosas buenas a mi nadie me apunta, pero cuando es algo que no quiero, ahí estoy yo. De las primeras en la lista.”
En mi clase también están muchos de pedagogía en lenguaje y fueron esos los que avivaron la voz y hablaron casi al unísono cuando se trataba de hablar sobré porqué estában ahí.
Supongo que los perdidos éramos los de literatura, o al menos los tres o cuatro que estaban al lado mío, incluyéndome, éramos los que teníamos el letrerito en la frente que decía “NO SÉ PORQUE MIERDA ESTOY AQUÍ, PERO PARECE QUE LA CAGÉ”
Todos los demás iban levantándose de sus puestos como si fueran a la guerra, para hablar sobre la educación y que querían cambiar el mundo y a los profesores.
Que no había mayor satisfacción que ver a alguien que aprende. Y en medio de todo esos discursillos que estaban para premio de actuación en drama, estaba yo otra vez riéndome con mis fieles nuevos secuaces.
No entiendo porqué me reía, si en verdad todo daba pena. Tal vez porque mientras hacía eso pensaba mi discurso para dejar a todos boquiabierta.
Es que mientras todos tiraban nombres de autores que les habían volado la cabeza no podía aparecer yo con que me había leído tan solo “la bruja mon” o “el papelucho”.
Por último decir que me gusta “el principito” pero ni me gusta y ni tengo una chapita de él.
No podía dignar a mis compañeros con mi gran intelecto, ni dejarles la piel de gallina cuando contara mi historia.Mucho menos después de oír como algunos estaban ahí por lograr un mundo mejor y porque querían luchar por eso.
Definitivamente no podía salir con que “bueno estem es que a mi no me gustan las matemáticas ok.”.Hubiera sido un suicidio.
Después de que casi media clase habló y contó su casi experiencia religiosa, de encontrarse con los libros abruptamente y de cómo ellos les cambiaron en un giro de ciento ochenta grados su vida.
Salió mi compañero diciendo que el estaba ahí porque era un flojo, porque no era un esforzado como todos los que decían “BUENO, BUENO A MI ME FALTARON CINCO PUNTITOS PARA ENTRAR A LA CHILE PERO AQUÍ ME VEN”
Dijo que si fuera por él sería un buen ingeniero pero como no tenía habilidades para eso. Prefería leer y escribir y que por eso lo vemos ahí cada mañana. Cuando terminó creo que muchos casi sacan un arma de fuego. Pero yo me sentí mucho mas identificada con eso que con “esto es mi vida”Y que tiene que seamos unos perdidos de mierda. Que tiene que no nos va bien en matemáticas y quisimos hacerle el quite como sea. Que tiene que seamos unos mediocres de mierda. Qué tiene. Si total somos felices y somos los únicos que se ríen en la primera clase de filosofía como nadie mas lo hace.
Así que desde mañana como me dijo el blas, me compro un abrigo y empiezo a gastar dinero en cigarrillos.
Es que yo cuando iba en kinder dije que quería ser escritora, pero no sabía leer. A mi me gustaban los lápices, los de colores y las plumas.

No recuerdo en que momento me volví una persona con problemas para socializar.
Resulta que llego a un lugar y ya todos se conocen. Y pareciera que de años.
Todos en un grupo insertados, tirados en el pasto. Riéndose de sus bromas, contando sus cuentos.
Y los otros. Esos somos nosotros. Los que nos quedamos afuera de toda esa burbujita y que estamos o con nuestros audífonos puestos o con nuestros celulares mandando mensajes o llamando a alguien. Así como para también sentirnos importantes. Como que para que no se note que estamos solos, rodeados de gente. Y que nos vemos patéticos. Entonces tratamos de buscar un lugar estratégico. Nos movemos de vez en cuando. Vamos a comprar. Compramos una cajita de leche. Vamos a botarla al basusero después de haberla tomado. Oímos conversaciones que no queremos escuchar.
Nos cambiamos de posición. Hacemos como que llamamos o como que nos llaman. Tarareamos una buena canción. Como para hacer pensar que nada nos importa. Bailamos, movemos un poco los pies.
Y pareciera que todo esta bien. Da lo mismo que todos se conozcan y que todos se estén pidiendo los mails.
Que estén organizando futuros asados y nuevos grupos de estudio.
Las rosaditas con las rosaditas. Los alternativos con los alternativos. Y nosotros con nuestros celulares.
El primer día salen a flote los líderes. Salen flotando del pasto y toman tu mano y te dicen cualquier cosa. Ya sea "hola como estas" o "Qué aburrida que estoy".
Son ellos los que forman los grupos. Los que se juntan con quienes quieren.
Los callados solamente obedecemos, nos incorporamos donde nos inviten. Aunque no queramos estar ahí. Si somos pillos nos alejamos y volvemos a quedar en la nada.
Y al otro día los ves denuevo pero esta vez en un grupo gigantesco, pidiéndose fuego y cigarros. En algún momento tenía cojones para decir hola.
Pero supongo que un día me dio lo mismo estar sola. Y me acostumbre y todo parecía estar bien. Muchas veces todo parece estar bien.
Cuando iba bajando por la escalera va este compañero y me pregunta qué hora es. Y yo le pregunto por el horario.
Hoy me siento en una banca y me dice. Te invito a tomar una cerveza. Dije que ya. Y fuimos con otros dos compañeros y terminamos caminando rápido. Botando la cerveza sin querer en el mesón. En alguna plaza mirando si habían pacos.
Y nada. Terminas bien. Porque todo siempre es magnifico lalalala.


*Canción del día: The get up kids - red letter day.

Ayer acompañé a mi vieja a hacer un trámite que le salió mal. Siempre me esta amenazando de que algún día me mandará a mi a hacer todos los tramites posibles.
Te voy a mandar a que vayas a pagar el agua y sola. Y vas a ir a ver lo del auto, ya que manejas entonces anda a ver si los papeles del auto están bien. Para la próxima lo de tu universidad vas a ir sola. No dices tanto que tienes dieciocho años? Entonces bien, empieza a hacer tus cosas sola.
Yo la miro con cara de que le estoy poniendo atención. Con un audífono del lado de la oreja contraria, la que ella no esta mirando.
Aunque ya me sé de memoria las amenazas, pero todavía no pasa nada.
Para que aprendas, para que aprendas. Siempre dice eso cuando yo le pregunto. Mamá porque mierda tengo que venir yo? Si no hago nada.
Estoy segura de que se enoja demasiado por todo y que inventa cosas como. “Carla te dije que vi en las noticias que andar con eso para escuchar música que tienes puesto todo el día mata neuronas”
Siempre que me dice que mire, porque hay algo importante. Nunca lo veo. Siempre me pierdo esas cosas.
Ayer dije como tres veces me cargan tanto las viejas culiadas, sin darme cuenta que mi mamá estaba al lado. Y me miraba con esa cara y sin decirme nada. Y yo ¿Qué? ¿Qué pasa po?
Cuando nos íbamos de una vez por todas y yo ya me estaba poniendo feliz. Ella noto otra vez una de las cosas que más le molesta sobre el planeta tierra. El bendito aro que tengo en la lengua hace como cuatro años y que cada vez que lo ve dice algo tan heavy que llega a dar risa. “yo no sé como pudiste caer tan bajo”
Yo tampoco mamá, yo tampoco. De verdad que no lo sé.

*Canción del día: Saves the day - in reverie.

Cada día me cuesta más quitarme el pijama y meterme a la ducha.
No es ni tristeza ni nada por el estilo. Es flojera y me esta comiendo cada día. Por que me acostumbro a salir de las seis de la tarde en adelante y después veo si llego a casa. O si no llego. Quién sabe.
Ayer no tenía idea de nada y tomé una micro hacia el centro y estaba la cagada.
Desvíos por todos lados. Y yo con lo desubicada que soy creo que me pude haber perdido un millón de veces si hubiera decidido bajarme de la micro como casi todos los pasajeros decidieron hacerlo. De repente entre tantas vueltas y ver un cerro. ¿Qué mierda ese cerro? ¿De donde Salió? Ni idea. Pero terminé como dos calles al lado del bellas artes. Justo donde me debía bajar.
Es verdad. Siempre llego media hora más tarde pero esta vez fueron las circunstancias que lograron mi atraso.
Si se hubiera ido no me lo hubiera perdonado. No hubiera perdonado no haber anotado el celular cuando me lo dio. Y que no anoté porque el celular estaba en mi pieza y yo, claramente no estaba en mi pieza.
Menos mal que vi los azules. Qué bueno que seguramente estaba escuchando un buen disco y menos mal que había gente alrededor. Lo peor es esperar sin música en los oídos.
Hace tres días que me quería comer un completo. Y ayer me lo comí.
Fuimos a la casa de la caro e intruseé todo para variar. ¿Para qué sirve esto Caro? ¿Qué pasa si apreto ese botón Caro? ¿Dónde están las pilas de la cámara Caro? ¿Oye y esto es un foco, si apreto acá sale la luz? ¿ y estas películas, me prestas unas?.
La Caro veía la televisión y yo también hacia como que la veía. Pero en realidad quería mover todo! Que nada que quedara en su lugar.
A la muri le pregunté si había traído el libro. Y no porque me debiera los dos premios. Si no porque ella dijo que me iba a prestar un libro.Lo guardé en el bolso junto a las otras películas que le pedí a la Caro.
Al final si salí comiéndome un completo. Tomé leche de chocolate. Y ocupamos una caja de un cd no para guardar uno.
Salí de ahí sin miedo a nada. Porque yo creía que podía hacer lo que quisiera. Caminé rápido entre todos. Y ponía la música cada vez más fuerte.
La micro paro en ese paradero que nunca para. Fue mi día de suerte. Desde principio a fin. Exceptuando el hecho de los desvíos.
Vi tu libro. Vi tu nombre en la primera hoja y tu apellido raro. También había un pasaje de bus. Y analicé tanto el libro como nunca antes lo había hecho. Y lo encontraba lindo, demasiado lindo.
Cuando me bajé y caminé a casa ya no tenía los dientes dormidos. Llegué. Deje el bolso en la pieza, me saqué los audífonos.
Hola mamá. Hola carla. ¿Cómo te fue hoy? Le dije. Bien me dijo. Qué bueno.Bajé y estuve peleando dos horas con mi hermano para que me pasara el computador.Y me fui a dormir. Con la ropa puesta. Sí también con las zapatillas.

*Canción del día: mew- comforting sounds.

Voy a jugar basket con mis amigos. Llevo la pelota en la mano y le doy bote y ellos van en bicicleta. El Félix me pregunta una y otra vez que porqué no salgo en bicicleta. Yo digo que se me olvido y que de verdad qué estúpido que no la haya traído.
Al final la pelota la lleva el Javier y el Félix me lleva a mí en su bicicleta. Cuando le pregunté si podía manejar yo, casi nos matamos.
Vamos a una cancha y el sol ya no está tan fuerte. Estamos en medio de veinte chicos de esos que tienen zapatillas caras y pinta de deportistas. De repente quedamos los tres y hay viento y si me siento y coloco mis brazos sobre las rodillas da frío. Porque ya las hojas se empiezan a mover por el suelo. Ya no se ve mucho como para lanzar en el aro.
Si hay un arco de fútbol cerca, y tiene malla, uno puede tomarlo entre dos y dejarlo abajo del aro de basket entonces las pelotas se devuelven a donde está uno y te ahorras trabajo y energía.
El Félix dice que se hace tarde y que mañana tiene colegio y que si no nos vamos ahora, su mamá se va a enojar.
Hacemos monedas entre los tres y hacemos alguna competencia para poder elegir la bebida. Es que mi no me gusta la limonsoda pero a ellos les encanta. Fijo que voy por la cocacola.
Llegamos a la plaza donde se juntan los skaters y el Javier se despide de nosotros. Ya es de noche y el Félix dice que me apure en caminar y que para la próxima lleve la bici.
Entonces llegamos a la calle donde esta mi ex colegio y el dice ya chao. Yo espero a que de verde y cruzo. Escucho death cab for cutie y llevo la pelota de basket con las dos manos.
Las micros se ven diferentes y llevan a la gente sentada y siempre me pregunto a dónde irán a esa hora un día de semana. Intento averiguar sus vidas en cada semáforo que les da rojo. Después miro hacia abajo. Camino más rápido. Trato de pasar desapercibida por la calle. Estar ausente y no sufrir peligro alguno.Paso por las mismas calles de siempre y me acuerdo de las mismas cosas de siempre.
Llego a casa y sigo escuchando las canciones. Me tiro en mi cama cierro la puerta y la luz esta apagada. Me quedo mirando el techo. Me he dado cuenta que ahora nunca suena el teléfono. No entiendo porqué ya nadie llama.

*Canción del día: death cab for cutie - summer skin