Intenté de vivir más cosas en este tiempo que en toda mi vida.
Comencé a comprar más comida chatarra y a caminar más rápido.
Tomé la bicicleta para ir lejos, mucho más lejos que la última vez.
Deje la televisión y busqué mis propios programas.
Hable de todo y nada con mis nuevos y viejos amigos. Escuchamos las nuevas canciones y bailé las de antes cerrando los ojos, apretando los dientes, moviendo la cabeza y los pies.
Ya no quise mirar por la ventana y dejé de faltar a clases y aprendí a leer en la micro.
Tomo más lento y sólo hasta que veo doble.
Me pude matar y volver a saltar como si nada hubiera pasado, porque fui más loca y más tonta y más feliz cuando hablaba fuerte sobre lo mismo.
Al otro día, otros días hice que todo me importara y me aprendí mi nombre de memoria y mi número de teléfono.
Mastique chicle más rato y deje las preguntas estúpidas, cambie las canciones tristes y no lloré más con las películas de la tele.
Quise ser parte de todas las historias, todo con tal de que fueran mías y ya no nuestras.
4 Comments:
la perseverancia hace bien, aunque se empieze por mascar más el chicle
12:07 PM
y yo diría que es una canción.
1:55 PM
carla le quiero pendeji
7:12 PM
eris bacan.
10:34 PM
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